Las Cuevas de l’Espluga integran lo que hoy conocemos como dos cavidades o cuevas diferenciadas (la Cueva de la Villa y la Cueva de la Font Major), si bien en un origen ambas galerías formaban parte de una única y extensa cavidad que transcurre justo por el subsuelo del actual casco urbano del municipio. Las exploraciones espeleológicas realizadas a partir de 1956 han permitido recorrer y topografiar hasta el momento 3600 metros de galerías. Esto hace que esta cueva alcance el estándar internacional de “Gran Cavidad” y que por sus dimensiones se convierta en la séptima cueva más larga del mundo, de entre todas las cavidades formadas en conglomerados. Por buena parte de estas galerías, todavía transcurre un curso de aguas subterráneas que aflora al exterior por la Font Major, el punto de nacimiento del río Francolí.
La presencia de la cavidad en este lugar está en el origen del propio nombre del pueblo, dado que “Espluga” en latín significa “cueva” y éste es el nombre con el que desde el siglo XI se conoce el municipio. Algo que parece indicar que los orígenes más remotos del pueblo estarían vinculados a la ocupación humana de la cavidad. En cualquier caso, desde que la cavidad fue redescubierta, se han efectuado varios hallazgos arqueológicos que certifican la presencia y frecuentación humana de la cueva desde el Paleolítico.
“Espluga” en latín significa “cueva” y, éste es el nombre con el que desde el siglo XI se conoce el municipio.